sábado, 4 de noviembre de 2006

NO SÉ

Hoy no sé qué quiero decir. Cometí el error de abrir mi ventana. Eolo, sin piedad, arremetió contra mí, (puedo jurar que estaba escondido, esperando esa oportunidad). La levantó del suelo donde YO la había arrojado con indiferencia; no me di cuenta de lo necesaria que me era hasta que la vi huir. Sobrevoló por los techos vecinos y con un giro que envidiaría cualquier gimnasta, desapareció. ¡Qué cruel es cuando la inspiración te da la espalda para ir a susurrar en los oídos de un verdadero poeta!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y eso que no estabas inspirada que tal cuando te llegue la idea inesperada de lo que escribes. Ella esta contigo en cada palabra que escribes.

Anónimo dijo...

Y eso que no estabas inspirada que tal cuando te llegue la idea inesperada de lo que escribes. Ella esta contigo en cada palabra que escribes.