sábado, 22 de agosto de 2009

REFLEXIONES FRENTE A UNA SEX-SHOP

En mi plaza comercial favorita abrieron una tienda de artículos eróticos. Entre el puesto de ensaladas, (de ésas que tú armas al elegir de la barra de ingredientes y que es bastante conveniente cuando tienes hambre y muy poco tiempo para comer) y un gimnasio que también acaba de ser inaugurado. Entré a ver lo que ofrecían hace un par de semanas con mi amigo E. Él no podía contener la risa y yo nunce me sentí tan ignorante.
En estas dos últimas semanas, varias veces me senté a comer frente a dicho puesto de ensaladas. Con mirada más que conveniente hacia la tienda. Fue tan interesantes ver las reacciones de la gente. Grupos de jóvenes 18 años recién cumplidos que prueban su libertad tirados en el suelo de la risa. Grupos de chicas que por sí solas no entrarían, sólo la manada las anima, salen con las mejillas rojas y los ojos brillantes. Parejas que entran a curiosear y salen sonriéndose en complicidad. Parejas que entran y él busca desesperadamente convencer a ella de comprar algo; pero para decepción varonil, ella se niega. Parejas donde uno de los miembros, generalmente él, quiere entrar pero el otro, generalmente ella, se niega. Incluso la pareja donde la chica se persigna al pasar frente al lugar para exasperación de él.
Al final, todo se reduce a la gran importancia que el hombre da a la satisfacción de sus necesidades primarias. Y en cierta forma a eso se reduce el estilo de vida actual al punto que ha llegado hasta al ámbito educativo. Las nuevas tendencias se refieren a la necesidad de enfocarse en los elementos primarios del hombre. La tecnología educativa busca eso precisamente; que la educación entre por los sentidos externos. Primero los ojos, los oídos, el gusto, el tacto, el olfato al final los internos, el sentido común, la imaginación, la memoria, la estimativa natural y cogitativa.
También, que para lograr satisfacción tanto física como mental se necesitan "juguetitos", llámese vibrador, llámese computadora.