viernes, 30 de noviembre de 2007

El miércoles fui a la FIL. Pero ese día con un propósito fijo: el primero de dos paneles sobre Literatura y Sexo, Sexo en la Literatura, Erotismo o Literatura de género... como sea, la idea resultaba buena. En fin, llegue ahí a eso de las tres y media de la tarde, hice fila por una hora entre adolescentes apestosos... pero me seguía diciendo que valdría la pena. Logré entrar a eso del diez a las 5, justo a tiempo para el panel. Los tres integrantes del panel, escritores todos ellos (uno mexicano, un español y una colombiana), estarían moderados por Enrique Rocha. Como sea, esperaba que el panel sería tan bueno como el del año pasado, que trató sobre Literatura y Política. Al menos, esperaba un diálogo inteligente, de análisis interesante, crítica dura, etc. Y al pincipio todo resultó como tal. Dos de los panelistas habían escrito como preámbulo a su literatura, columnas de sexo. El tercero es ensayista sobre pornografía. Durante sus intervenciones (entretenidas y hasta cómicas), nos brindaron sus puntos de vista sobre literatura erótica, literatura pornográfica, libertad de expresión, censura y autocensura. El salón estaba lleno. Casi las tres cuartas partes por adolescentes, de ésos cuyos maestros envían con la típica tareíta de hacer una resumen sobre una conferencia. Y que por lo mismo que están ahí a fuerzas, nos arruinan la experiencia a los demás. Claro que en esta ocasión el tema ameritaba para estimular la poca inteligencia de los susodichos. Así que cuando vino la intervención del público, ya se imaginarán las preguntas hacia los panelistas. No podía creerlo. Estaba yo tratando de contener las ganas de levantarme y salir del salón. Pero confiaba en que el señor Rocha contendría la situación. Y el acabose llegó. Un hombre levantó la mano e hizo una pregunta a los panelistas, cierto que con una visión muy conservadora e incluso ingenua, sin embargo, prestaba para retomar la conversación. El tipo no había terminado cuando fue abucheado por medio salón (los adolescentes, por supuesto). La pregunta no les gustó. ¿Por qué? Porque no era morbosa y no tenía nada que ver con la vida íntima de los escritores. Una vez más, confié en el señor Rocha, y para mi gran desilusión, hizo justo lo contrario a lo que había yo pensado: "aquí no se limita la libertad de expresión pero parace que a nadie le interesa dicha pregunta". Yo estaba boquiabierta, voltee a ver a los demás y había bastantes rostros de decepción. Así que el señor Rocha, inmediatamente, cedió la palabra a una tipa que se presentó como escritora y quien remató mi paciencia: "Me gustaría que cada uno de los panelistas nos dijeran sus fantasías sexuales." Yo puse cara de asco, a mí qué chingados me importa las fantasías sexuales de los tipos esos; te interesa el tema, vete a la conferencia de una terapeuta sexual, abundan tantas... Yo estaba en "shock"; nunca me había decepcionado tanto una conferencia celebrada en el corazón de la FIL. Sentí que mi tiempo (casi hora y media) había sido vilmente desperdiciado. Elegí ese panel sobre otras conversaciones que en ese momento pintaban mucho mejor, pero ya era tarde para arrepentimientos. Ni tengo que decir que no asistí al segundo panel sobre el tema. Una vez que los escritores-panelistas, medio burlones, medio aburridos, medio sarcásticos, dijeron sus fantasías, vino una última intervención. Esta vez un estudiante de Letras Hispánicas que preguntó sobre el mejor piropo que les habían echado. Yo me levanté, di la espalda, caminé hacia la puerta, un minuto después el señor Rocha despedía a los panelistas.

jueves, 22 de noviembre de 2007

MENTADA

Primera vez que me mientan la madre. De a "neta" me refiero. Estoy segura que no es la primera vez que alguien lo desea para mí; pero sí es la primera que una persona me ve a los ojos y me lo dice con coraje. Un alumno: también primera vez en este punto. Yo lo vi, reí y continué la retroalimentación sobre exposiciones que mis alumnos están ofreciendo para obtener el 20% de su nota final. Mantendré mi dignidad y mi sentido de superioridad al tope: fingiré que el individuo ese no existe. De él no espero nada, o por lo menos, que no se presente en lo que resta del cuatrimestre (una semana).

miércoles, 21 de noviembre de 2007

CONFLICTO

Corruptia boni, pessima.
Primera vez que me ofrecen un soborno. La situación escaló. Empezó por un pastel, siguieron $3000, a continuación me ofreció lo que más me gustara, terminó con un reloj. Al principio lo tomé a broma. Después del pastel, me di cuenta que iba en serio. No me inmuté, me pareció divertido, y debo admitir, hasta atractivo (la FIL está a la vuelta de la esquina).
Una persona profundamente honesta, cómo se sentiría si le ofrecen un soborno. En un mundo hipotético, yo me imaginaba insultada, vejada, agredida, humillada, indignada, avergonzada, ante la sola propuesta. Imaginaba que una persona honesta así debía sentirse. Pero al escuchar a esta niña, no fue justamente eso lo que sentí. Y el conflicto surgió desde lo más profundo de mi ser. ¿Será que no soy tan honesta como quise hacerme creer?
No, no acepté el soborno; y más que dar un sermón, fingí indignación y terminé con el asunto.

viernes, 16 de noviembre de 2007

SE TE "NOTA" LA FIL EN LA CARA



¡Estoy muy emocionada! El país invitado es Colombia. Estoy revisando el programa, para elegir qué quiero ver y escuchar. Como sea, a partir del 24, me la pasaré en Expo Guadalajara. Les estaré informando.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

VAN GOGH


Sus pinturas me parecen relajantes. Incluso sus autorretratos. Parece haber una pasividad en su persona que contradice por mucho las anécdotas de locura alrededor de él. Creo que es parte de la genialidad, saber esconder tu locura detrás de una obra, para que ésta no se vea afectada más de lo absolutamente necesario. Claro que mi visión contradice el de muchos otros que ven sus pinturas como caóticas, desesperantes, desesperanzadoras... no para mí. Prueba irrefutable de que el arte es abstracto.
pd. Feliz cumple flaco.

domingo, 11 de noviembre de 2007

26

sábado, 10 de noviembre de 2007

PAYASITO

Con lo pesada que fue mi semana, no tuve tiempo ni para pensar en mí. Aun así, tuve la fortuna de que las circunstancias me guiaran para conocer un poco más de una persona que ya me parecía fuera de lo común. No sé su nombre, pero lo he visto por lo menos una vez al mes desde 1999, año en que empecé mis aventuras en camiones tapatíos o zapopanos. Él esperaba en las paradas, y los choferes eran, raro para ellos, muy amables. Le permitían abordar (sin cobrarle un centavo), y que lanzara chistes al aire, en su media voz, entre dientes, con voz cantarina...; su vestimenta ha sido la misma desde siempre: unos pantalones raídos que le quedan grandes; una camisa verde olivo, sucia; un saco que fue café, con parches...; un bombín con un remedo de flor que cae juguetona y desteñida, sobre su frente...; en su rostro arrugado, plasta de maquillaje blanco, triángulos amarillos por ojos, una enorme sonrisa roja, y a falta de nariz, un círculo en la punta... Así se gana la vida, contando chistes, tarareando musiquilla insulsa, pretendiendo hacer reír... y así se gana mis monedas, las que agradece llamándome niña y deseándome buen viaje... para después descender del camión con agilidad felina.
El miércoles tomé el camión de vuelta a casa... Línea Turquesa... para mi sorpresa el chofer se detuvo una parada adelante y gritó un saludo al payasito; digo para mi sorpresa porque esta ruta tiene como política no permitir que suba quien pueda importunar a sus pasajeros... pero el chofer ignoró esta norma; la razón: el payasito cumplía 104 años...
El estómago se me estrujó; de pronto 26 no parecieron tan malos. Y 10 pesos me parecieron un pésimo regalo, pero él lo agradeció igual que siempre.

viernes, 9 de noviembre de 2007

UPDATE

- Mis 25 están muriendo.
- Compré cinco pares de zapatos.
- Califiqué muchos trabajos.
- Preparé 6 exámenes de segundo parcial.
- Saqué mi RFC.
- Tomé una importante decisión: Maestría en Educación.
Ésta ha sido una muy larga semana.

domingo, 4 de noviembre de 2007

FINALES

Estas fechas me deprimen; finales de octubre; inicios de noviembre. Me reconozco melancólica, y lo relaciono con el fin de una etapa. Por alguna razón, varias son las culturas que comparten estos días con los muertos. El ambiente se espesa, la respiración se entrecorta, los músculos faciales se niegan a estirarse, las carcajadas mueren incómodas tan pronto como empiezan. Y viene el renacimiento y otra vez, el peso de la edad cae en las espaldas. El año termina el 11 de noviembre.

viernes, 2 de noviembre de 2007

CALAVERITA

Espero que no lo consideren presuntuoso, pero varios de mis alumnos me dedicaron calaveritas y ésta es la que más me gustó... es de una chica de Psicología... y espero que no me acuse de plagio...

Dicen que la vieron
enojada y bufando,
porque en el panteón
algo estaba pasando.
Fue a darse la vuelta
y no creía lo que veía,
tenían todas las tumbas
faltas de ortografía.
Anda rondando la uni
husmeando por los rincones,
dicen que busca maestra
que enseñe comunicaciones.
Estaba en clase Lupita
repasando el adjetivo,
cuando llegó al salón
un visitante sorpresivo.
La sacó del aula y
todo el mundo se enteró,
contenta con su logro
al panteón se la llevó.
Y ahora la encontramos
enseñando a las calaveras;
con maestra tan buena
van a aprender "de veras".