sábado, 25 de noviembre de 2006

MUERTITOS

Lo primero que leo en un periódico, es la sección de obituarios. Busco entre los nombres y edades algún rasgo en común. Los que más me duelen son los muertos de mi edad, sólo deseo que su muerte sea llorada por alguien. Estos momentos me incitan a ver cada día como el último, de tal forma, que busco realizar una acción que aunque pequeña sea especial. Espero que cuando mi nombre aparezca en un obituario, sin importar mi edad, alguien crea que mi muerte ha valido la pena.

martes, 21 de noviembre de 2006

REFLEXIÓN

Europa recibió las primeras décadas del siglo XX con devastadoras guerras que destruyeron sus ciudades. La mayor consecuencia fue la producción en serie de humanos que transmitieron a las siguientes generaciones miedos sobre futuros inciertos. ¿Para qué acumular si en cualquier momento te lo arrebatarán? ¿Para qué hijos, si en cualquier momento sufrirán los estragos de las bombas? Mejor vivir al máximo lo poco o mucho que te toque. Sin compromisos, sin ataduras. Y de ahí la literatura de la posguerra, que tan bien refleja al hombre europeo moderno.
¿Qué hay del mexicano moderno? Abandonó el rifle, regresó a la bendita tierra por la que tanto luchó, para encontrarse de frente con terrenos yermos, inútiles... tomó las pocas pertenencias, se sacudió los huaraches y emigró a las ciudades. A los que mejor les fue vieron un gran futuro en el campo mexicano, y se dedicaron a explotar no sólo la tierra, sino a animales, bosques, y semejantes por igual; muchos se enriquecieron, a la buena o a la mala, inequitativamente... pero en general, fueron pocos los que se beneficiaron de los triunfos revolucionarios... aun así las mieles de la gloria no duraron mucho, en épocas donde la riqueza fue tanta, no supimos qué hacer con ella y la desperdiciamos, la oportunidad de llegar al primer mundo fue arruinada por malos manejos, por la acostumbrada idiosincracia mexicana del "si no gano yo, nadie".
Los estragos sufridos por dicha generación fueron transmitidos a nosotros, generaciones de finales del siglo XX, principios del XXI, que crecimos viendo a nuestros abuelos y padres tenerlo todo y perderlo todo; los vimos luchar por derechos, partirse el lomo por salarios míseros, gritar por democracia, llorar de coraje cada seis años... y entendimos que era inútil... ¿para qué luchar si el premio tiene fecha de caducidad?
De ahí que el joven actual pida facilidades para todo, ¿para qué complicarse la vida? ¿por qué hay individuos que viene a fastidiarnos? ¿qué les pasa? ¿quién produce a estos locos? Incluso yo misma, que pretendo tener un poquito más de conciencia que 51 de cada 100 personas, hago a un lado lo complicado y odio cuando alguien más viene a dificultar mi existencia que pretendo tranquila...
En fin, toda esta perorata viene a cuento por una idea que tuvo una alumna cuando en conversación con sus compañeros, (de la cual yo no formaba parte y a la que asistí como testigo), afirmó abiertamente que el peje estaba loco, y remató diciendo, ¿por qué no lo han mandado matar?. Sobra decir, que sus compañeros coincidieron con ella... aun cuando por ahí alguien argumentó, que lo convertirían en santo aunque es mejor a tenerlo dando lata...
Estos son pues, nuevos miembros que engrosan las filas de ciudadanos mexicanos... descorazonadoramente no puedo evitar pensar que quizá en 40 años estaré llorando de rabia cada seis años, suplicando a voces, que haya un nuevo cambio...

lunes, 20 de noviembre de 2006

Me encantan los días libres... rompes lo cotidiano y dedicas esos momentos a acciones que normalmente no harías... hoy ya vi dos películas, he leído dos horas, he cocinado, y apenas son las 3:25 p.m.; este lunes ha sido todo un éxito...

viernes, 17 de noviembre de 2006

No hay nada más triste que la sonrisa indulgente de los demás cuando te equivocas en público. Desafortunadamente, yo misma soy culpable de dicho pecado.

jueves, 16 de noviembre de 2006

Lo intenté. No resultó. Ojalá mañana lo logre.

miércoles, 15 de noviembre de 2006

25

Hoy, cinco veces me dijeron que luzco cansada. Lo curioso es que no me siento cansada.
¿Será que la edad me brinca en la cara?

martes, 14 de noviembre de 2006

JUAN CÉSAR

No recuerdo el día que te conocí. Supongo que debió ser alrededor de esta fecha. Entré corriendo a la habitación y estabas en la cama. Vestías un suetercito azul. Lo único visible eran las manitas que entraban y salían. Creo que me pareciste aburrido. Te vi un minuto y salí corriendo a jugar. ¡Qué bueno que cambiaste!
Ha sido un placer verte crecer. Feliz cumpleaños, flaco. Y que sean muchos más.

lunes, 13 de noviembre de 2006

RECONOCIMIENTO III

Cleopatra dice adiós con la mirada; y al mismo tiempo, su sonrisa le promete un futuro reencuentro. Por dentro, jura no extrañar. No hay tiempo que perder: es hora de disfrutar su ausencia.

domingo, 12 de noviembre de 2006

AÑO NUEVO

Es inevitable. Hoy inicia un nuevo año. Comienzo a restar los días para los 26.

sábado, 11 de noviembre de 2006

CUMPLEAÑOS

Lo más emocionante de los cumpleaños es que todos tus conocidos se acuerdan de ti. Los que más importan están presentes y no haces más que recordar todas esas pequeñas historias que te involucran en momentos felices e infelices con los demás. Muchas gracias a todos por los buenos deseos. Pero no puedo evitar pensar que en 1826 días estaré cumpliendo 30 años. Si tomamos en cuenta que ya he vivido 9131 días, pues qué son 2000 más.
Saludos.

viernes, 10 de noviembre de 2006

CABELLOS BLANCOS

Una de mis tradiciones de cumpleaños es encontrar una cana entre mis cabellos. Este año no fue la excepción. Anoche, mientras peinaba mi cabello frente al espejo, la vi. Debía medir unos cuatro centímetros y era completamente blanca. Así nació. A la velocidad que me crece el pelo, debió haber brotado hace dos meses. Justo en el centro de mi cabeza. Luché por arrancarla; en el inter, quedaron cabellos negros entre mis dedos. Lo logré. Si tan sólo así de fácil resultara arrancarse la vejez del alma.

jueves, 9 de noviembre de 2006

TONANTZIN III

Supo que la batalla estaba perdida tan pronto como el sol apareció en el horizonte. Aun así, decidió encajar sus uñas en los últimos vestigios de esperanza. Fue inútil. ¿Por qué nuestro destino depende del de los demás? ¿Quién ha dictado tan absurda ley? Ha perdido. Sin embargo, nadie, nunca, la escuchará decir me rindo.

miércoles, 8 de noviembre de 2006

LIBROS

Me emociona inciar la lectura de un nuevo libro; es promesa de nuevos conocimientos. Me entristece terminar un libro... implica que quede en el pasado... quizá nunca volveré a tenerlo entre mis manos... y si llegara a suceder, la relectura lo insulta porque la primera emoción no volverá... ¿y dejar un libro a medias? creo es la peor de las traiciones. Al menos así lo sentí esta mañana cuando vi la fila de siete libros que no he podido terminar de leer... pensé en ello toda la mañana, ¿no los he terminado porque no he podido o porque no he querido?... ¿cuál podría ser peor?

martes, 7 de noviembre de 2006

TONANTZIN II

No quiero justicia divina, quiero justicia humana. Que los malditos sean castigados aquí, frente a todos, aunque se acabe el mundo, aunque se acabe la raza... mis "hermanos" están jodidos precisamente por esperar... no temo ser acusada de vengativa, atea, inhumana, sociópata... no importa... quiero que caigan... quién se atreve, quién levanta la mano, yo les indicaré la puerta... dictaré el plan... pondremos una bomba social al sistema... abajo las instituciones pues no funcionan... alguien... ALGUIEN... ¿ALGUIEEEEEEEEEEEENNNNNN?

lunes, 6 de noviembre de 2006

RECONOCIMIENTO II

"Yo soy mi propio príncipe azul. No necesito lloriquear para que un valiente hombre venga a rescatarme... sola puedo".
Dijo Cleopatra acostada en su cama y con la vista en el techo.

domingo, 5 de noviembre de 2006

SUEÑO RECURRENTE

Estoy en un pueblo. Es pequeño, mas no rural. Calles pavimentadas, casas con extensos jardines y cercas de madera. Árboles en las banquetas. Es de noche, por supuesto. Hay peligro inminente. Obviamente, debo marcharme de ahí. Pero mi complejo de santa no me permite simplemente largarme. Debo llevar conmigo a ciertos entes, que parece son importantes para mí. Corro por las calles del lugar hasta que ubico un coche, por supuesto, un destartalado carricoche. Y por alguna extraña razón, no puedo llevar a todos al mismo tiempo; lo cual implica varias vueltas. Cuando llego a la última persona, el peligro ya está en casa. Manejo desesperadamente por el pueblo. ¿Por qué? Porque no encuentro la salida, por supuesto. Está atrás de mí. Volteo.
Despierto...

sábado, 4 de noviembre de 2006

NO SÉ

Hoy no sé qué quiero decir. Cometí el error de abrir mi ventana. Eolo, sin piedad, arremetió contra mí, (puedo jurar que estaba escondido, esperando esa oportunidad). La levantó del suelo donde YO la había arrojado con indiferencia; no me di cuenta de lo necesaria que me era hasta que la vi huir. Sobrevoló por los techos vecinos y con un giro que envidiaría cualquier gimnasta, desapareció. ¡Qué cruel es cuando la inspiración te da la espalda para ir a susurrar en los oídos de un verdadero poeta!

viernes, 3 de noviembre de 2006

GOETHE

"Adonde quiera que un hombre mire y sea cual sea la tarea que emprenda, acabará siempre por volver al camino que la naturaleza le ha marcado"
Ni modo... estoy condenada... entonces, ¿para qué el esfuerzo?
pd. Sin palabras.

jueves, 2 de noviembre de 2006

TERROR NOCTURNO

Es la tercera de la semana; no puedo verte pero sé que estás ahí.
Tocaste mi hombro y desperté.
¿Qué quieres?

miércoles, 1 de noviembre de 2006

BIEN MORIR

¡Es que no hay tiempo muchachos, no hay tiempo!
Lic. González Anaya dixit.
Es el morir de pie, "como los árboles".
No lo juraría, pero puedo suponer que despertó como cualquier otro día, arreglo personal, desayuno ligero, tomar el portafolio, las bolsas de hule llenas de sólo Dios sabe qué, salir a la calle, el coche viejo pero ¡ah, cómo anda!, atención al semáforo, ¡ah qué juventud, siempre de prisa!, estacionamiento habitual, que no me pase lo de ayer que se me olvidó dónde lo puse, saludos a diestra y siniestra, checar, subir dos pisos, la oficina, correr a la clase que ya me están esperando, platicar chistes y chismes, dormitar un rato, hay conferencia, el cafecito con la "secre"... bostezar, agachar la cabeza sobre el pecho... dormir... no despertar... para siempre... ahí les encargo que no despierten al viejo...
Con todo cariño y admiración, a un hombre que murió donde más tranquilo se sintió: en su trabajo, escuchando los gritos de sus alumnos... ¡qué envidia!