lunes, 25 de diciembre de 2006

¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!

pd. ¿Qué les trajo Santa Claus?

domingo, 17 de diciembre de 2006

REGRESOS

Los mejores momentos del año... son aquellos en los que regreso a casa. El camión (Guadalajara-Cd. Obregón) me brinda la oportunidad de abstraerme del mundo y viajar a lugares recónditos productos de mi imaginación niña. El último tramo (Cd. Obregón-Guaymas), me permite reconectarme con mi más primordial origen. La diferencia entre mis ciudades es tan evidente, que una vez que piso el desierto, extraño la planicie, y viceversa. Ahora me dispongo a descansar, disfrutar las navidades ya sin Santa pero igual de significativas, y de brindar por un feliz año nuevo.

sábado, 16 de diciembre de 2006

¡VACACIONES!

...de regreso a casita... planeo descansar, dormir, ver tele, leer y sobre todo, olvidarme del trabajo...

viernes, 15 de diciembre de 2006

TONANTZIN V

Dame la oportunidad de ver tus ojos para poder gritarte mi desprecio.

lunes, 11 de diciembre de 2006

RESULTA QUE... (3)

...de tanto verlas y escucharlas, me resultan inútiles. Cuando las palabras dejan de tener sentido, los silencios se vuelven mis mejores amigos...

miércoles, 6 de diciembre de 2006

TONANTZIN IV

En la vida, o te va desgarradoramente mal o increíblemente bien. Como sea, el resultado es de lo más aburrido. Lo interesante es el proceso, la espera, la incertidumbre: ¿qué será? ¿qué será?

viernes, 1 de diciembre de 2006

ADMIRACIÓN

Me doy cuenta de que las personas que más admiro son aquéllas a las que no les da miedo presentar su postura ideológica y defenderla. Por ejemplo: mi padre, de quien aprendí que el hablar fuerte y mirar de frente son características que se aprenden, que se ejercitan, porque no es fácil ser así, y actuarlas es una decisión que se toma todos los días; y todos los días debes mentalizarte que será difícil tolerar y canalizar la incomodidad que puedes causar en los que te rodean, hasta el hecho de aceptar ser excluido por ellos. Lo anterior puede ser toda una tragedia para un novato en estos lances, sin embargo, para un "piel dura", resulta un descanso no tener que explicarse ante "semejantes" que nunca podrán comprenderlo. Así pues, una persona que decide creer en la verdad de una causa, comete suicidio social. ¿Acaso existe persona más admirable que la que es así?
El lunes pasado asistí a una conferencia en el marco de la FIL. El título de la serie de conversaciones fue: "Diálogos literarios: Literatura y política ¿un territorio compartido? El escritor como referente político de la sociedad." Quizá la razón por la que me atrajo esta conversación fue en un primer plano el hecho de creer que existe una responsabilidad entre un escritor y el ambiente sociopolítico en el que está imbuido. Y en un segundo plano, porque los participantes de este panel eran Nadine Gordimer (sudafricana), Tomás Eloy Martínez (argentino), José Saramago (portugués) y Elena Poniatowska (mexicana), los cuatro de más o menos marcada tendencia socialista; el moderador fue Carlos Loret de Mola, (el esbirro, según palabras de una vecina de asiento).
La conversación tuvo un buen inicio con Saramago; sin embargo, quien se llevó los aplausos, no de la mayoría pero sí los más calurosos fue Poniatowska quien habló abiertamente de su experiencia en las filas de López Obrador. Tan pronto como inició, hubo una gran incomodidad de parte del público, era fascinante observar los rostros, estáticos de los más, extáticos de los menos. Elenita no tuvo ningún inconviente de mencionar los boicots contra ciertas marcas "mexicanas", el papel de los medios masivos de comunicación, con especial énfasis y miradas que atravezaban a Loret de Mola, a quien sólo le quedó agachar la cabeza. Elenita fue coronada con vivas, bravos, aplausos, e incluso, pequeñas ovaciones de quienes nos atrevíamos.
¿Por qué lo hice, por qué aplaudir, por qué gritar ¡bravo!, por qué levantarme del asiento? No fueron sus ideas, o su experiencia, narrada de forma tan agradable; fue porque se atrevió a decirlo, a entrar a un espacio geográfico con tendencia conservadora, mirar a la gente y decir "sí, ahí estuve yo y ahí seguiré, porque decidí creer que lo me decía era verdad, y porque estoy segura de que es verdad".
Insisto: ¿existe acaso persona más admirable que la que es así? Mi padre me enseñó que no.
pd. Cuando sea grande, quiero ser así.