viernes, 9 de mayo de 2008

TONANTZIN IX

Contra su naturaleza guerrera hoy deseó una vida sencilla, casi mediocre. Una existencia oscura pero con futuro cierto. Analizó lo que sabe y lo que desearía saber; llegó a la conclusión de que es nada. ¿De qué sirvió una vida que no dejó huella? Sólo le concedieron 80 años para hacer algo, y ya perdió 26. Buscó respuestas fuera de sí y encontró vacíos, conocimientos inútiles que la volvieron prejuiciosa. Eso no resolvió su existencia pero tampoco tranquilizó su espíritu. Hoy quiso protagonizar un hecho trascendente. No lo logró.

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