Los recuerdo a todos, o casi todos. Voluntaria o involuntariamente, todos me dejaron algo, positivo o negativo. Y los llevo en la mente cada vez que preparo mis clases. ¿Qué hacer, qué no hacer? Ellos desde el pasado me gritan las respuestas.
jueves, 15 de mayo de 2008
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1 comentario:
Je, je, je... sonó lindo. Como sea, espero estar en el club de los voluntarios positivos. Que si no... pues ya estaría de Dios.
Lo único seguro de esta terrible, imprevisible profesión es que uno nunca sabe cómo va a terminar el día, aunque la noche anterior se la haya pasado planeando un inicio seguro. A veces, ni el pasado ni el futuro tienen la respuesta que uno busca.
Saluditos.
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