Me encanta ser alumna. Por una parte, me permite reconectarme con este lado que dejé encerrado en un aula de la Facultad de Humanidades allá por el 2003. También, me obliga a pensar en mis alumnos. Lo que sienten ante la nueva información, lo presión por las tareas e investigaciones. Por otro lado, también me permite recordar que sí se puede si se quiere. Así que no me trago los cuentos de que no tuve tiempo para hacer esto o aquello. Todo se resume a que no te diste el tiempo adecuado. Y en eso, yo maestra no puedo ayudarte, mientras mi yo alumna te guiña el ojo.
sábado, 25 de julio de 2009
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1 comentario:
Reina presisamente esta preparación te permite ver lo que puede lograr un estudiante con dedicar un tiempo determinado a superarse y tienes la oportunidad de demostrarselo.
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