jueves, 25 de octubre de 2007

ALUMNOS

Hoy, uno de mis tantos alumnos, me preguntaba si ser profesor era difícil. Mi respuesta fue automática: SÍ. Y es que se necesita algo más que vocación; es un trabajo en el que siempre serás culpable, y habrá momentos en los que desees fulminar con la mirada a todo el grupo. Y al mismo tiempo, no puedo evitar sentirme un poquito importante sólo porque puedo caminar por un plantel educativo donde muchos exalumnos corren a saludarme.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es, esencialmente, la práctica del amor y la paciencia... sobre todo esto último...