viernes, 16 de marzo de 2007

"¡HÁIGAME!"

Como profesora de español, estoy consciente de que la lengua debe cambiar, es inevitable, no podemos luchar contra ello... sin embargo, siempre hay hablantes que retan mi paciencia y llevan los límites más allá de lo que yo misma me puedo permitir. Tomar cinco autobuses diarios, me permite encontrarme de frente con esos cambios léxicos, que en el momento de escucharlos invitan a la carcajada abierta... ¿que dijo qué? Generalmente, la risa queda oculta en los dientes, se convierte en un proceso mental... después de todo, analizo quién lo dijo y en qué contexto. Sin embargo, cuando el error gramatical viene acompañado de un atropello a tus garantías como usuario de un servicio, se convierte en el "as" para ganar la partida... Ahora que lo analizo comprendo que soy culpable del vicio que más detesto: burlarte de la forma de hablar de los demás.
Era un día como cualquier otro... con la única diferencia de que traía más prisa que lo acostumbrado, razón por la cual decidí tomar un taxi, lo cual me reportaba menos de diez minutos de viaje. Resulta que sólo traía $80.00 en mi cartera; no me causó mayor conflicto, puesto que un viaje de mi departamento a la Autónoma equivale a $35.00. Claro que el señor taxista no lo vio de esa forma, y antes de ingresar a ciudad universitaria, el muy ladino apagó el taxímetro... me exigió 65 pesos... yo estaba que echaba chispas, con voz déspota le dije: nunca me cobran más de 35... el fulano, decidió echarme la culpa:
"Háigame uste, preguntao ante(s)", fueron la palabras del hombre.
Mi coraje se evaporó en cinco segundos, no pude evitar soltar la risa...
"Sí, verdad, háigale yo preguntao antes", fue lo que alcancé a contestar antes de bajarme y poner en sus manos manchadas de grasa los 65 pesos.
No recuerdo exactamente cuándo sucedió esto, así que si le conté a alguien ahí me lo hace saber; la razón por la que lo recordé, es porque hoy sucedió exactamente lo mismo... ¡ni modo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Reina confirmas aquello de que el hombre es el único ánimal que tropieza con la misma piedra varias veces.

Anónimo dijo...

El Áigame es uno de los 150 puntos geográficos sonorenses, perdidos en la bruma de la historia. No es mucho, pero hay te encargo haber que puedes ampliar, y me informas... ¡peor es nada...!