miércoles, 10 de enero de 2007

OBSERVACIONES

Existen seres humanos que viven aterrados, porque en cualquier momento serán desenmascarados. Es muy triste descubrirlos, ocultos detrás de una trinchera de mentiras. Cuando explotan, lo hacen en grande, y los que estamos cerca, no podemos evitar involucrarnos en su dolor. Cada poro de sus rostros exudan miedo: creerán que no sé y sí sé. La verdad es que no saben. Los demás podemos verlo; ellos, simplemente, no pueden aceptarlo.
No quiero terminar así. No quiero convertirme en ellos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Reina cada vez logras plasmar la vida cotidiana en ideas especiales para mi la realidad se debe vivir sin mentirnos ni a nosotros mismos es la felicidad que muchos nunca conocerán.