sábado, 28 de marzo de 2009

GLORIAS

No me envanezco con vanas alabanzas.
Pero qué bien se siente escucharlas.

sábado, 21 de marzo de 2009

ESTACIONES

Ayer me levanté con la primavera.
Espero dormir con el invierno.

sábado, 14 de marzo de 2009

R.I.P

El miércoles 4 de marzo mi computadora portátil murió. Así nada más, sin agonía. Tan inesperado fue el proceso que dudé de él. Desafortunadamente, el jueves no pude hacer nada puesto que trabajé todo el día. Así que no fue sino hasta el viernes cuando pude llevarla a un lugar de servicio. Nada más verla el Ingeniero-doctor afirmó que era de esperarse, "es un modelo que salió defectuoso en la tarjeta madre, dura un año y falla, déjame ver qué puedo hacer, lo más seguro es que tenga que enviarla a Monterrey para que la arreglen". Una semana. $3000. Me dolió el alma. Sentí que mi vida, atrapada en esa pequeña y delgada caja negra, estaba perdida. Me sentía desnuda y vulnerable, emocional y desesperada. Repiré y decidí esperar hasta el sábado cuando me darían una respuesta terminante. Llegué a mi cita de las doce, el ingeniero-doctor me vio con una especie de lástima, "no he podido lograr que prenda, dame hasta las dos y media y platicamos". Mitad resignación, mitad enojo me dediqué a recorrer tiendas donde venden electrónicos, sólo para ver ofertas. Pero ya lo sentía, sabía que pronto tendría que estar a la caza de otra cajita que me robara el corazón. En efecto, la declaración fue a las 2.30 p.m. "La podemos enviar a Monterrey, serían 2500 más IVA, te garantizamos tres meses, es un trabajo rápido no más de una semana, verás, los técnicos ya saben qué tiene, entonces sólo abren, arreglan y va pa´trás. Piénsalo." Demasiado dinero: mejor invierto en una nueva; me urgen mis archivos, soy profesora, todo está ahí en esa memoria. "Entonces te recomiendo que compres una memoria portátil, verás sólo saco la memoria de tu compu y la meto en esta cajita plateada y listo, ahí está todo lo que tenías en esta computadora, porque no está dañado, no hay virus." Pagué. Cargué los restos de mi Lu. Aquí la tengo frente a mí. Me rompe el corazón saber que un día tendré que tirarla. Quizá se la pase a alguien que quiera pagar el respuesto, y una nueva memoria.
Lu II llegó a mi vida el pasado martes. Es preciosa. Ocupa un lugarcito en mi corazón que comparte con mi primera lap (regalo de mi padre) y mi Lu I. ¡Ay, Lu II! Prometería cuidarte con el alma, pero soy realista. Mi Lu I era perfecta y aún así se fue. Por favor, Lu II, quédate conmigo por más de un año.